Bueno, y llegados a este punto, es el momento de agarrar los destornilladores, ‘ensuciarnos las manos’, y entrar en el mundo material.
Este proyecto del coche robot, en particular, viene de lejos en la familia, y tiene varias fuentes. Por un lado, una de las primeras cosas que cacharreamos en la casa, cuando Alicia era muy pequeña, fue un robot Escarabajo, de BQ, que compramos en una tienda del barrio. Lo armamos, lo programamos, y pasamos buenos ratos con él.
Pero, como todos los kits, pasado un tiempo ya había ofrecido todo lo que podía. Es cierto que sirvió para despertar nuestra curiosidad, pero ya no daba mas. Terminó siendo una fuente de piezas (lo cual no está mal), mas que un robot en sí mismo.
Y un día, en una actividad de HackLab Almería, Brico Dani se apareció con sus coches teledirigidos hechos con materiales reciclados.
Brico Dani es uno de esos tipos que uno se enorgullece de haber conocido y tener como amigo. Un tipo excepcional con enormes conocimientos sobre robótica, cacharreo, reciclaje… Y que, además, los comparte con todo el mundo con una paciencia infinita.
Y su coche, con un bastidor de madera y todos los componentes a la vista, feo y simple, pero a la vez hermoso y divertido, seguía las líneas y sorteaba obstáculos como el mejor kit. Y, ademas, se podía ampliar y experimentar cuanto uno quisiera. Esa fue la chispa. Ahí nos quedamos enganchados a la idea de hacer nuestro propio coche con cosas recicladas.
Primera decisión: Arduino
La primera decisión fue que utilizaríamos Arduino. Parece obvio, por supuesto, pero lo cierto es que la verdadera razón fue la comodidad que proporciona su entorno. Arduino cuenta con una comunidad tan grande, global y solidaria, que moverse en ese mundo te hace sentir muy respaldado. Arduino no solo son sus placas, sino todo el hardware y software que soporta, y que casi se ha adaptado a su entorno.
Al principio habría que invertir en una o dos placas, pero vale la pena, pues luego se pueden utilizar en miles de proyectos.
Pero bueno, como veremos en proyectos posteriores, existen otros mundos en el universo de la tecnología ‘casera’. Para empezar, en mi opinión, Arduino es lo mejor. Pero para gustos…
El resto del hardware
Y en lo que respecta al resto de cosas, realmente, no todo es reciclado. La placa, los motores, las ruedas…, son de fábrica.
La razón: rebajar un poco el grado de dificultad en este primer proyecto. No tanto en el montaje como en la programación posterior. Tengo bastantes motores reciclados, por ejemplo, pero hay que estar buscando las especificaciones técnicas, calibrando… No es que sea muy difícil, e incluso es interesante para enseñar al niño cómo buscar y procesar la información. Pero preferí evitar ese paso, guardarlo para el próximo coche robot.
Utilicé unos motores de corriente continua de 5V, que son especiales para este tipo de coches DIY (Házlo tu mism@) con Arduino. Se encuentran muy baratos en internet, tanto en ‘los chinos’ (en banggood.com, por ejemplo, viene hasta con las ruedas), como en Amazon o similar, si los quieres pronto.
Ya teníamos una placa Arduino UNO en la casa, que nos había venido con un kit de Leantec que habíamos comprado hacía un tiempo. También en este kit venían varios sensores, leds…, pero, por ahora, los dejaremos en la caja.
Y para manejar mas fácilmente los motores, opté por usar un Motorshield V1 de Adafruit, que tiene ya sus librerías de Arduino (la importancia de eso lo veremos luego). También se encuentran baratas en internet, por ejemplo en Amazon.
Por lo demás, completamos el hardware con un portapilas reciclado, y cables finos de colores, que sacamos de un cable de red, también reciclado.
Con esto, ya tenemos todo el material necesario para empezar a trabajar. En el próximo artículo hablamos de cómo ensamblar todo.
Si tienes cualquier duda, nos encantaría leerte en los comentarios.
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